Por fin lo hemos conseguido: hemos hecho los polos de sandía roja. Más que polos son bloques helados, de lo más apetecibles. Hemos batido varios trozos de sandía con cuatro cucharadas de azúcar y hemos rellenado dos envases de yogur (en nuestra casa, el reciclaje es una constante diaria), luego les hemos puesto una cucharilla a modo de palo. Y al congelador!.