Se cuece la coliflor con un par de patatas…
Cocemos la coliflor con unas zanahorias y, una vez…
Este postre resulta muy divertido para los niños por…
Hacer una papilla con harina de garbanzos, agua y…
A través de los zumos podemos tomar las cinco raciones de frutas y verduras al día que la Organización Mundial de la Salud recomienda. Los jugos son una manera cómoda y fácil de aportar al organismo todos sus beneficios y propiedades saludables. Lo mejor es que los pequeños pueden tomarlos como bebida durante las comidas o meriendas, de manera que completan el menú sin darse cuenta de que están tomando fruta.
Hay una cosa que siempre funciona con los niños: cada vez que le obligamos a racionar algo, como las chucherías, acaban queriendo más. Así que una idea podría ser racionar la fruta. Por ejemplo, podemos poner tres naranjas en la cesta de la fruta, aunque seamos cuatro personas a la mesa. Quien se acabe antes el plato, se lleva de premio la naranja.
A mi hija nunca le quedaba sitio para la fruta después de cenar porque le gustaba tomarse un helado o un yogur. Así que empecé a asociarle ambas cosas. Al principio fue duro pero, poco a poco, se acostumbró a que con el helado tenía que comer fruta. Y, si no había fruta, no había helado. Ahora, cuando come fruta, ya ni se acuerda del helado.
Un mal hábito cuesta de adquirir unos catorce días. Uno bueno, cerca de veintiuno ¡así que no es tan difícil trabajarlos! Buenos hábitos son merendar en el parque, utilizar el ordenador en su justa medida, realizar actividades que requieran un esfuerzo físico (mejor jugar al fútbol que al videojuego FIFA) y comer fruta en la merienda o como postre. Es cuestión de animarles para que cambien algunas costumbres y convencerles para que mantengan estos nuevos hábitos. Después, cuando los…