Si te preocupa la alimentación
de los más pequeños síguenos
Ya soy jugador
iniciar sesión
Últimas
ideas
Bolitas de coliflor y patata

Se cuece la coliflor con un par de patatas…

Papajotes de coliflor y zanahoria

Cocemos la coliflor con unas zanahorias y, una vez…

Gelatina de kiwi

Este postre resulta muy divertido para los niños por…

Verdura crujiente.

Hacer una papilla con harina de garbanzos, agua y…

  • Share on Google+
Con una canción.

Esta es una breve canción que pueden aprender los niños para saber los beneficios de la fruta y la verdura: “si quieres ir bien al baño, come verdura todo el año. Si quieres tener buen aspecto, come fruta a diestro y siniestro. Si quieres tener salud y vitalidad, frutas y verduras no debes olvidar. Porque son sabor, son aromas, son color, son una tentación.”

 

  • Share on Google+
Adivina, adivinanza.

Por fin he conseguido que mi hija coma fruta convirtiéndolo en un juego. Desde hace un año, a la salida del colegio le llevo una fiambrera con diferentes tipos de frutas cortadas en trozos pequeñitos. Cada día el envase que le llevo es de un color diferente y ella ha aprendido que, si es rosa, es porque lleva fresas; si es amarillo lleva plátano; si es verde, kiwi….Le encanta que juguemos a adivinar primero de qué color será la…

  • Share on Google+
Aprender geometría con la fruta.

Para esta idea podemos utilizar peras y manzanas. Cortamos la fruta en palitos y la ponemos en un plato haciendo formas: cuadrados, triángulos, rombos. Podemos adornarlas en el centro con círculos de plátanos o guindas de fresa. Nuestros hijos deben ayudarnos en esta divertida tarea y después jugaremos a reconocer las formas y a irles quitando palitos que, por supuesto, nos iremos comiendo. Un juego divertido que les sirve para aprender geometría al tiempo que se acostumbran a comer…

  • Share on Google+
Cómo hacer que coman plátano.

Mi hijo tiene cuatro años y siempre ha sido muy mal comedor, también con la fruta. Pero un día le di medio plá

tano, yo me quedé la otra mitad y le propuse jugar a ver quién se lo comía antes. Evidentemente, le dejé ganar a él. Desde entonces, cada vez que toma plátano quiere que lo hagamos así ¡y ya se come uno diario!