Se cuece la coliflor con un par de patatas…
Cocemos la coliflor con unas zanahorias y, una vez…
Este postre resulta muy divertido para los niños por…
Hacer una papilla con harina de garbanzos, agua y…
Muchas veces oigo a madres o padres que se quejan de la cantidad de chuches que comen sus criaturas, ¡pero se las siguen comprando! La cosa es tan sencilla como que si los niños y niñas ven en su casa frutas apetecibles, pero no ven bollería industrial o chucherías, acabarán probándolas.
Soy una persona bastante paciente y mi truco consiste en ponerles a mis hijos todos los días fruta en la mesa y, hasta que no se la coman, no salen.
Nada como una imposición para que se cierren en banda. No es buena idea empezar con “tienes que comerte la fruta y la verdura porque si no….”. Lo principal es que te vean comerlas a ti y a otros, que las tengan a mano y de forma apetecible (troceado, uvas, melocotón en almíbar…). Hay que ponerlo en el plato sin obligaciones y poco a poco, empezando por lo más apetecible. Si le colocas de primeras brócoli o una naranja…
Damos demasiada importancia a comer y no a qué comer. La principal preocupación que suelen tener los padres es que el niño coma, aunque sea engañándole (y engañándose). Para solucionarlo, debemos establecer un número fijo de comidas diario y determinar qué vamos a tomar en cada una de ellas. Por ejemplo, si en el desayuno toca fruta y pan, no la cambiemos por zumo, mermelada u otro sustitutivo porque hay una variedad increíble de frutas para poder elegir la…