Participamos en el reto del juego.
Con las frutas hemos hecho diferentes tipos de ojos, bocas, narices y cejas. Y con la casacara de una sandía en forma de círculo el contorno de la cara.
El juego consistía en que tenían que hacer caras y cuando ya la hubieran hecho se la podían comer.
Se lo han pasado muy bien, y nos hemos reído mucho sobre todo cuando Rubén el más pequeños no podía esperar a tener su cara completa y se comía la fruta directamente.