Es un cuento que nos hemos inventado entre mi marido y yo. Yo he hecho las ilustraciones.
Un niño va de visita a casa de su abuela y se queda prendado por la belleza de un cerezo en flor y de como las flores van cayendo como una lluvia de hadas sobre su cabeza.
Su abuela le explica que cuando ella era pequeña su padre le regaló un cesto lleno de cerezas y que ella misma, con ayuda de su madre, plantó el cerezo que ahora admiraban. El niño, mientras esperaba que saliesen los primeros frutos, se imaginaba a su abuela como la hada de las cerezas de una vieja fotografía que había en su casa.
Y al fin llegaron las cerezas, y ambos disfrutaron juntos de su sabor bajo el árbol que la abuela plantó cuando era pequeña.
Este es el dibujo de Arnau con los colores que me han sobrado de las ilustraciones y algunos de su paleta de acuarelas.
Los tres dormimos cada noche bajo un cerezo en flor.