Desde que el abuelo le dejó el frutero en el suelo Arnau se sirve el mismo y se pela los plátanos el solo. Ha cogido la costumbre de meterse en el cesto de la ropa limpia (también es la bañera de Arnau, desde el año de edad) y estarse ahí comiendo su plátano y canturreando mientras friego los platos por la mañana.